¿Cómo elegir la mejor estufa para el invierno?
En este caso, recorreremos todos y cada uno de los distintos tipos de estufas para invierno que existen en la actualidad, así como de sus prestaciones y características. De esta forma, serás capaz de elegir aquella que mejor encaje con tus necesidades de confort térmico.
Distintos tipos de estufa para distintos tipos de consumidores
Si no estás dispuesto a renunciar a la estufa para pasar el frío, puedes elegir entre un abanico de estufas tales como:
Estufa eléctrica
La estufa eléctrica es un tipo de estufa para invierno que funciona alimentada por electricidad —valga la redundancia— y produce calor gracias al efecto Joule. ¿En qué consiste dicho efecto? Es muy sencillo; básicamente, los electrones chocan contra el material que los conduce y la energía cinética de esos choques calientan dicho material. De ese modo, la estufa es capaz de emitir calor.
Estufa de exterior
La estufa de exterior funciona exactamente igual que la estufa eléctrica pero tiene un fin más estético y su diseño y materiales suele tener en cuenta las inclemencias del tiempo.
Estufa de gas
La estufa de gas es, sin duda, la opción de estufa para invierno más tradicional, implantada y económica en cuanto a su manutención. Para emitir calor, este modelo se sirve del butano, almacenado en las famosas y pesadas bombonas naranjas, como combustible. Sin embargo, a pesar de ser la estufa más barata, tiene otros inconvenientes; por ejemplo, si no existe buena ventilación en la habitación que queremos calentar, se puede acumular una enorme cantidad de vapor de agua y lo que es aún peor, emisiones de monóxido de carbono, un gas que es tan perjudicial para la atmósfera como para nuestra salud.
Estufa de pellas
Este tipo de estufa para invierno suele ser el más recomendado para calentar una vivienda. Su combustible son residuos vegetales, por lo que este modelo es totalmente renovable. Y aunque la combustión de las pellas —nombre que recibe dicho residuo— genera gases de efecto invernadero como el CO2, con las mismas plantas de producción de pellas las encargadas de absorber dichas emisiones. El mayor inconveniente es que la combustión de las pellas es muy sucia.
Estufa halógena
La estufa halógena es perfecta para calentar una habitación pequeña debido a que su emisión de calor es directa pero de corto alcance. Su funcionamiento es exactamente igual que el de el modelo eléctrico, pero sin embargo exigen una cantidad de energía mayor para funcionar, siendo una opción poco eficiente.
Estufa de parafina
Este modelo de estufa de invierno también es idóneo para habitaciones pequeñas, de no más de 40 metros cuadrados.
Como su nombre bien indica, el combustible de esta estufa es la parafina, un material sólido que se forma a partir de combinar hidrocarburos.
Existen dos tipos de estufa de parafina, la de mecha —pues se enciende a partir de la combustión de una mecha, sin necesidad de energía eléctrica— y la electrónica —como podrás suponer, en ese caso si necesita de electricidad para encenderse—.
Sin embargo, al necesitar destilar petróleo para obtener la parafina, no podemos decir que esta opción de estufa sea renovable y respetuosa con el medioambiente.
Estufa de leña
Suelen ser la opción más popular a la hora de comprar o construir una enorme casa en mitad del campo o la montaña. Y es que para este tipo de estufa y su combustible, es vital que la estancia a calentar sea muy amplia y esté correctamente ventilada. Y por si no queda claro, su combustible es la madera.
Como ves, hay tipos de estufa para todos los gustos y tamaños. Sin embargo, teniendo en cuenta su consumo y su combustible, hay opciones más respetuosas con tu bolsillo y con el medioambiente que otras. No olvides tener todos estos factores en cuenta a la hora de encender o comprar una estufa para pasar los meses de invierno, y si te decantas por la estufa eléctrica, no olvides que una buena tarifa es vital para que su consumo no le pase factura a tu bolsillo. Desde Nabalia nos comprometemos a ofrecerte las mejores opciones de suministro.